Un día en el Bed and Breakfast Finca Gordo durante los preparativos para la nueva temporada. Desayunamos juntos bajo el sol de la mañana, Marina prepara las habitaciones y yo hago algunos trabajos. Alrededor del mediodía, un coche toca la bocina furiosamente. Marina Marina Marina abre la puerta.
Pepe, el cabrero de Riogordo, está en la puerta con su Renault 4. Abrimos la puerta y el pequeño coche blanco baja a toda velocidad. Es una grata sorpresa: viene a tomar una cerveza y charlar.
Sí, también hablamos de eso, pero hace poco Pepe me pidió que editara e imprimiera unas fotos. Lo hice, y en la foto salía una cabra con seis crías. A Pepe le pareció muy especial y quiso regalarle una copia a cada uno de sus hijos. Yo también tenía que tener una.
Cuando le entregamos las fotos de las cabras, se emocionó muchísimo y me preguntó qué quería. No quería nada. Me encantaría encontrar un buen vecino.
Pero hoy Pepe trajo algo para compensar. Dentro del pequeño coche blanco estaba el regalo para nuestro Bed and Breakfast: un pavo de verdad de más de 15 kg. Vivo, por supuesto, directamente de la granja.
"Pero Pepe, somos de la ciudad", le dije. "No vamos a sacrificar un animal así como así". Pero Pepe estaba decidido a darnos un pavo. "Bueno, este árbol parece bonito", creo que a eso se refería. Tuve que ayudar. Colgaron al pavo por las patas del árbol, y en un instante, le arrancaron la cabeza, y el animalito forcejeó un rato. Le quitaron la piel y las plumas, le sacaron los órganos, y Pepe se fue en su pequeño coche blanco, diciéndole que lo dejara colgado cuatro horas para que se enfriara, y luego lo cocinaría y lo deshuesaría.
Aún así seguí trabajando en la pintura, etc. y después de 4 horas terminé el animal.
Resultado: 8 hermosos filetes, una olla de sopa, pavo rendang y pavo al vino.
En B&B Finca Gordo vivirás una experiencia especial. Un regreso a lo básico.
Por cierto, el rendang estaba delicioso.
Bienvenido a nuestro elegante B&B en Andalucía
